viernes, 23 de octubre de 2009

It's raining in mainland



Un nuevo día amanece en la gran ciudad. Y se despierta con fuertes lluvias. Y, cosas de la ciudad, esta se paraliza por completo.

En muchas partes del mundo, y tampoco muy alejadas de nosotros, la lluvia es recibida con alabanzas. Sin embargo, algo ocurre con la ciudad que queda en modo standby. De repente la gente se apresura a encontrar refugio donde sea y quedarse allí paralizada observando la tormenta. No importa que lleguen tarde o tengan una cita importante, allí se quedan.

Sin embargo, la verdadera emoción está en el subsuelo de la ciudad. Y es que otra cosa divertida de las tormentas en la gran ciudad es que, más que tormenta, parece el fin del mundo. La gente se agolpa, hacen cola desesperados por acceder al metro, casi dándose tortas. Los vagones van llenos hasta la bandera, la gente utiliza el metro por una simple estación, que no estará más lejos de 2 o 3 calles. Pero cuidado, que se van a mojar e igual el agua trae Gripe A o virus infeccioso de esos que te convierten en zombie, como en las películas. Me imagino, en un futuro lejano y apocalíptico, una escena consistente en un mes entero lloviendo de forma contundente (sin exageraciones), nadie presentándose al trabajo por estar paralizados por la lluvia, todos despedidos y exigiendo ayudas al gobierno porque la lluvia les ha incapacitado para trabajar.

En la gran ciudad, siempre es divertido ver cómo se recibe a la lluvia.

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