martes, 8 de diciembre de 2009

Cine y estado de ánimo



Si existe una película que me suba el ánimo en los momentos de bajón, que sea esta la elegida.

El humor nunca sobra, y menos cuando uno se siente con los ánimos por los suelos, como ocurre hoy conmigo. Lo curioso es que es el segundo puente de diciembre que paso en estas condiciones. Por suerte, no ha sido el puente entero.

Aunque debería ser la música quien me animara estos días, ella es una acompañante que tan sólo incrementa mis sentimientos del momento: si estoy triste, me hace estallar en lágrimas; si estoy alegre, me aúpa a comerme el mundo; si estoy enfadado, me carga de furia.

En cambio el cine me traslada al estado que busco. Me emociona cuando estoy demasiado insensible, me hace reír cuando estoy demasiado serio o, como ahora, me anima cuando estoy de bajón. Por suerte, durante este año el cine ha sido un buen compañero de viaje que me ha hecho descubrir un nuevo mundo. Ha sido, sin duda, el amigo del año, en detrimento de la música, que lo fue el año pasado (y este año ha sido el segundo amigo del año). Ambos cumplen su función y no piden a cambio más que el prestarles la atención que merecen.

Sobre Los Cazafantasmas no hay mucho que decir que no se haya dicho ya mil veces. Simplemente me hace sonreír y olvidar por qué me siento tan mal. Aunque es algo que debería tomarme con más calma, porque es una especie de Déjà Vu que debería poder controlar. Por suerte, puedo contar con la ayuda de mi querida padrina alondra para rescatarme con sus palabras y vaciar mi mente de tonterías y rellenar mis plumas con energía.

¿No dije que esta nueva etapa seria más personal? Pues ahí está.

- ¿Cree en los ovnis, la proyección astral, la telepatía mental, la percepción extrasensorial, la clarividencia, la fotografía de espíritus, el movimiento telekinético, los medios de trance total, el monstruo del Lago Ness y la teoría de la Atlántida?
- Si me pagan el semanal con regularidad, creeré en lo que usted quiera.